Voces jóvenes de esperanza en tiempos de división
¿Con qué frecuencia escuchamos de verdad?
Cuando hablamos de diálogo, solemos pensar en lo que se dirá, en los argumentos que se esgrimirán y en las posturas que se debatirán. Sin embargo, la esencia del verdadero diálogo no está en hablar, sino en escuchar, en crear un espacio para el otro, en dar cabida a lo que le importa. Requiere un «esfuerzo justo» para entender el mundo desde su perspectiva, con un enfoque empático hacia el otro.