El diálogo no sólo ayuda a las personas a comprender y respetar otras religiones y culturas, sino que también es esencial para que las personas dedicadas al desarrollo sostenible de las comunidades puedan satisfacer las necesidades de los más vulnerables.

La semana pasada, un grupo de jóvenes comprometidos con estos temas se reunieron en el Ashram Parmarth Nikitan, en Rishikesh (India), para recibir formación en materia de diálogo y resolución de conflictos. El programa Diálogo para la Paz proporciona conocimientos y aptitudes a los jóvenes, así como competencias necesarias para ser protagonistas del cambio y líderes en sus comunidades locales.

En estas clases se acogió a jóvenes procedentes de organizaciones de todo el Asia meridional y sudoriental, que están marcando una gran diferencia gracias a su trabajo con las víctimas de la depresión, la radicalización y la violencia sexual.

Megha Bhatia: Una voz para los que no tienen voz

Megha Bhatia, empresaria con sede en Delhi y fundadora de Ourvoix, trabaja para ayudar a los niños víctimas de abusos sexuales. Su organización se dedica a concienciar a las personas sobre los efectos del abuso sexual y crea espacios seguros para que las víctimas busquen ayuda y compartan sus experiencias sin temor a ser culpadas o avergonzadas injustamente.

“Personalmente, creo que el diálogo puede ser una solución a los problemas del mundo", dice Megha. "Necesitamos dialogar. Necesitamos intercambiar puntos de vista e iniciar el debate - diálogos no sólo a nivel internacional, sino también a nivel nacional y a nivel de base.”

 

Hayat Amiree: Dedicación para acabar con la violencia

Nacida durante la guerra civil afgana en 1992, Hayat Amiree ha sido una refugiada durante toda su vida. Ahora, vive en la India trabajando como instructora jefe en la resolución de conflictos con la Fundación del Proyecto de No Violencia. Como parte de su trabajo, supervisa el diálogo y las sesiones de formación con niños, destacando el respeto y la empatía como medios para gestionar sus emociones, resolver conflictos y fomentar la autoestima.

“Habla con ellos", dice. "Dales la oportunidad de hablar. Respétalos, ayúdales a disfrutar de ese entorno en el que, pase lo que pase, tu opinión es respetada. Si incluimos eso en nuestro enfoque, confía en mí, te aseguro que verás un cambio visible.”

 

Pria Vijayakumar: Oportunidades sociales y económicas para la mujer

Pria Vijayakumar creció en una comunidad conservadora en la que se anima a muchas chicas a casarse al terminar la escuela y formar una familia, en lugar de estudiar en la universidad o buscar una independencia económica a través de una carrera profesional.

“Me di cuenta de que hay muchas chicas como yo que realmente quieren hacer algo por la sociedad, pero están reprimidas o restringidas", dice. "Pero si alguien las ayuda, pueden salir de la casa y hacer cosas para mejorar ellas mismas y su sociedad.”

Actualmente, trabaja con Create en Sri Lanka, ayudando a otras mujeres de su comunidad con sus estudios y apoyándolas para que sean independientes y creen una atmósfera de diálogo dentro de sus familias.

“Si puedes ayudar a cambiar la vida de otra persona, eso ya tiene gran importancia. Sé cómo es el escenario si no persigues tus sueños. Así que, si puedo ayudar a alguien a perseguirlos o a conseguir lo que quiere conseguir en su vida, eso será lo mejor que puedo hacer por la sociedad.”

 

Saumya Aggarwal: Los jóvenes son los líderes de hoy  

Saumya Aggarwal trabaja con Youth for Peace International, de la que también es fundadora, organizando diálogos comunitarios y cursos de formación en transformación de conflictos, rehabilitación y apoyo a la salud mental de los refugiados Rohingya en la India.

“Tratamos de entablar un diálogo con los jóvenes para asegurarnos de que compartan lo que sienten", dice. Es fundamental que las personas vulnerables y marginadas sientan que "hay una comunidad a su alrededor a la que pueden recurrir cuando tienen algún problema.”

Recientemente, ha trabajado en una política nacional de juventud en la India para incluir los puntos de vista de los más jóvenes en la formulación de políticas.

“Aunque no estemos cualificados desde el punto de vista educativo, tenemos las aptitudes, actitudes y valores necesarios para pensar realmente cómo debería ser el futuro y qué podemos aportar a nivel político. Queremos que se nos considere como partes interesadas en pie de igualdad, no sólo como víctimas, no sólo como responsables. Creo que el mundo puede aprovechar la energía y el potencial que tienen los jóvenes.”