- Nuestras historias
- Reportajes
- Diez años, cien países: cómo los líderes locales construyen la paz
Diez años, cien países: cómo los líderes locales construyen la paz
Hace una década, el KAICIID puso en marcha el Programa Internacional de Becas con la convicción clara de que el diálogo sin cambios políticos corre el riesgo de quedarse en lo simbólico, mientras que la política sin diálogo con demasiada frecuencia pasa por alto la realidad humana. El verdadero desafío —y la verdadera oportunidad— consiste en tender un puente entre ambos ámbitos. Entonces lo comprendíamos, y hoy seguimos sabiendo que la paz duradera solo puede alcanzarse cuando las personas más cercanas a las crisis cuentan con las herramientas, el reconocimiento y el apoyo necesarios para liderar soluciones en sus propias comunidades. En todo el mundo, a menudo son actores religiosos, organizadores comunitarios, docentes, líderes juveniles y redes de mujeres quienes detectan los primeros signos de tensión. El KAICIID creó el Programa de Becas para impulsar esas voces y liberar el potencial transformador que poseen para sus sociedades.
Desde su creación, el Programa reconoció que el diálogo es una herramienta estratégica para construir un mundo más pacífico, resiliente e inclusivo. Hoy celebramos diez años de esa visión en acción: diez años formando líderes comprometidos con superar divisiones, fortalecer comunidades y transformar espacios de tensión en oportunidades de cooperación.
Al echar la vista atrás a esta década de implicación, innovación y liderazgo comunitario, me gustaría reflexionar sobre algunas de las conclusiones y aprendizajes clave aportados por los numerosos becados, socios y actores locales que han dado forma a este camino.
Lección 1: La paz comienza en la base social
La experiencia de esta década nos enseñó una lección esencial: la paz sostenible no puede externalizarse ni imponerse desde fuera. Debe cultivarse localmente, con la confianza construida por líderes que pertenecen a sus propias comunidades, paso a paso. Por ello, el Programa de Becas ha puesto tanto énfasis en el liderazgo arraigado en la comunidad, centrado en el contexto, las relaciones y el compromiso a largo plazo. A través de soluciones adaptadas a cada realidad local, los becados han abierto canales de comunicación y diálogo donde antes no existían. Diez años después, este enfoque ha madurado en una red global impulsada por una visión compartida de la paz.
Lección 2: El diálogo es una herramienta para la paz
Una de las ideas erróneas más persistentes es que el diálogo es pasivo, idealista o secundario en la construcción de paz. Diez años de experiencia nos muestran lo contrario: el diálogo es una de las herramientas más estratégicas para construir sociedades resilientes, inclusivas y capaces de adaptarse.
Durante esta década, los becados han sembrado semillas de diálogo en sus contextos locales, y esas semillas se han convertido en uno de los recursos más poderosos para la paz y el desarrollo sostenibles en lugares donde la polarización, los conflictos identitarios y la desinformación han puesto en riesgo la fraternidad humana. En esos mismos lugares, el diálogo ha logrado avances donde otros enfoques han tenido dificultades. El diálogo ha cambiado corazones, pero también ha cambiado instituciones, políticas y sistemas.
Lección 3: Empoderar las voces locales transforma comunidades
El Programa de Becas nació para fortalecer y amplificar las voces locales, garantizando que las comunidades hablen por sí mismas. La transformación que hoy celebramos se aprecia en universidades, organizaciones comunitarias y plataformas interreligiosas locales. Su impacto ha sido concreto y de gran alcance. Los becados han:
• Conformado consejos interreligiosos en regiones frágiles
• Asesorado a gobiernos en políticas de cohesión social e inclusión
• Formado a jóvenes constructores de paz en escuelas y universidades
• Apoyado respuestas humanitarias en momentos de crisis
• Construido puentes donde la historia había levantado muros
Este es el resultado del empoderamiento: cuando las personas cuentan con las capacidades, redes y plataformas adecuadas, pueden influir en sistemas completos.
Lección 4: La paz sostenible requiere una comunidad de práctica
Otro aprendizaje de la última década es la importancia de la conexión. El Programa de Becas ha evolucionado hasta convertirse en una comunidad global de profesionales que aprenden unos de otros, apoyan sus iniciativas y colaboran más allá de las fronteras. Hoy, la red abarca más de 100 países. Su fortaleza no procede del tamaño, sino del propósito compartido. Esta comunidad demuestra que la paz no es el trabajo de una sola institución, sino de muchos actores trabajando juntos.
Mirando al futuro: un llamamiento a renovar el compromiso
Creemos firmemente en el potencial de nuestros becados para promover la paz y la prosperidad en sus comunidades, y seguiremos reforzando las relaciones, el aprendizaje y la colaboración que sostienen esta comunidad global. Estos diez años nos han mostrado lo que es posible cuando el diálogo se sostiene, se potencia y se practica con convicción. El Programa de Becas es hoy un testimonio de lo que el liderazgo local puede lograr cuando cuenta con la cooperación internacional y con un compromiso compartido con la paz.
Al entrar en la próxima década, el mundo se enfrenta a nuevos y profundos desafíos. El rápido cambio tecnológico, la polarización, el extremismo creciente y las desigualdades globales amenazan la convivencia pacífica entre comunidades. Estas tensiones exigen una inversión aún mayor en diálogo y entendimiento mutuo. Nuestra próxima década debe construir sobre los logros alcanzados, celebrando lo avanzado, pero también reforzando el futuro que queremos crear.
Si aspiramos a sociedades pacíficas, debemos seguir construyendo la paz desde abajo, amplificando las voces de quienes cuentan con la confianza de sus comunidades e invirtiendo en quienes sostienen esa cohesión cada día.
Al celebrar este hito en el KAICIID, reafirmamos nuestro compromiso con el diálogo como herramienta transformadora para la paz, la justicia y la dignidad humana. Es responsabilidad de todos nosotros, como ciudadanos globales, asegurar la continuidad de este compromiso y trabajar juntos por un futuro en el que el diálogo no sea la excepción, sino la norma.
La próxima década del Programa de Becas profundizará este compromiso: ampliará oportunidades, fortalecerá alianzas y garantizará que los líderes comunitarios de base cuenten con los recursos, el reconocimiento y el alcance que merecen.
En apoyo a la conmemoración del 25.º aniversario de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU, el Centro…
De mesas redondas sobre igualdad de género y la ampliación de la cooperación interreligiosa en apoyo de la Nueva Agenda…
