En un contexto de creciente polarización y de discriminación motivada por razones religiosas, la Conferencia de América Latina y el Caribe sobre Fomentar Culturas de Paz a través del Diálogo Interreligioso y la Educación, celebrada en la Universidad para la Paz (UPEACE) en Costa Rica, reunió a 23 voces destacadas —procedentes del ámbito político, educativo, religioso, académico y de comunidades indígenas de toda América Latina y el Caribe— para reafirmar el papel del diálogo interreligioso y la educación como pilares de cohesión social y paz sostenible.

Organizado en colaboración con UPEACE, Religions for Peace – América Latina y el Caribe, la Comunidad Musulmana Ahmadía y el Centro Internacional de Diálogo –KAICIID, este encuentro de dos días se comprometió a afrontar los discursos de odio y a fortalecer sociedades inclusivas mediante una educación basada en el diálogo. El evento coincidió con el 85.º aniversario de la educación religiosa continua en el sistema educativo formal de Costa Rica, subrayando un compromiso nacional histórico con el aprendizaje interreligioso.

Basado en recientes resoluciones de la Asamblea General de la ONU sobre el valor del diálogo interreligioso e intercultural, el evento ofreció un espacio para la reflexión, el intercambio y la planificación de futuro, desplazando la conversación de la teoría a la práctica. Las sesiones abordaron cuatro áreas temáticas: la integración del diálogo interreligioso en la educación formal y no formal; prácticas educativas innovadoras para la cohesión social y la inclusión; el abordaje del discurso de odio mediante el aprendizaje basado en valores; y la libertad de religión o de creencias.

El encuentro reflejó los principios fundamentales del KAICIID, destacados en el discurso del ASG: el diálogo como herramienta para sanar fracturas sociales, la educación como base para la paz y el papel esencial de los líderes y comunidades religiosas para fomentar la empatía, el respeto mutuo y la cohesión social. Entre los ejemplos compartidos se incluyeron iniciativas de becados en toda América Latina, como:

• Nicolás Lerner, becado de Uruguay 2024, con “Al Encuentro del Otro”, que promueve la participación juvenil entre distintas confesiones.
• El Imam Marwan Gill y el Dr. Miguel Steuermann, becado de Argentina 2024, con la iniciativa Salam–Shalom, Peace is the Path.
• Karen Castillo, becado de México 2022, con Voces y Miradas por la Paz, centrada en lideresas comunitarias.

Para el KAICIID, la conferencia se alineó estrechamente con su mandato de apoyar iniciativas de diálogo impulsadas localmente que contrarresten la división y fomenten la confianza social. A través de su compromiso continuo en la región, el Centro sigue tendiendo puentes entre comunidades religiosas, educadores y responsables políticos para escalar herramientas prácticas, fortalecer redes y garantizar que el diálogo se incorpore no solo como un valor, sino como un método para la construcción de paz.

«Si enseñamos a los jóvenes que la diferencia es peligrosa, heredaremos sociedades fracturadas. Si les enseñamos que la diferencia es una fuente de riqueza, heredaremos paz», señalaron las palabras de apertura pronunciadas en nombre del Secretario General en funciones del KAICIID, que hicieron un llamamiento a sistemas educativos capaces de empoderar a las futuras generaciones para convivir en dignidad y respeto mutuo.

El Centro también presentó ejemplos concretos de iniciativas globales para ilustrar buenas prácticas en diálogo interreligioso y educación para la paz. Entre los programas destacados se encontró la Ethics Education Fellowship, que ha formado a cientos de docentes en Asia y África y ha llegado a miles de niños mediante una educación en valores orientada a la empatía, el respeto y la cohesión social. Estos ejemplos se compartieron para ayudar a los participantes a imaginar cómo enfoques similares podrían adaptarse al contexto latinoamericano y caribeño. Esta iniciativa es fruto de la colaboración entre Arigatou International, la Guerrand-Hermès Foundation for Peace, el KAICIID International Dialogue Centre, el Muslim Council of Elders, la Oficina Regional de la UNESCO para África Oriental y la Oficina del Clúster UNESCO de Nueva Delhi, junto con las Comisiones Nacionales para la UNESCO de los países participantes.

El encuentro también facilitó la participación significativa de varios becados del KAICIID de América Latina y el Caribe. Sus aportaciones destacaron perspectivas locales, experiencias compartidas y prácticas innovadoras en educación interreligiosa y basada en valores, fortaleciendo la implicación de la red de antiguos alumnos y creando oportunidades de aprendizaje entre pares en la región.

Celebrado en un momento en el que los sistemas educativos están sometidos a una intensa presión para responder a divisiones sociales, el evento puso de relieve cómo los enfoques colaborativos y basados en valores pueden prevenir la escalada de tensiones enmarcadas religiosamente. Los participantes pidieron una mayor inversión en educación formal y no formal que promueva la alfabetización religiosa, el pensamiento crítico y la comprensión intercultural. Uno de los principales resultados fue la formación de un grupo emergente de expertos —23 participantes— comprometidos con el avance de la paz y la educación interreligiosa.

La conferencia concluyó con un conjunto de recomendaciones destinadas a influir en políticas nacionales, fortalecer alianzas entre múltiples actores y ampliar el alcance de los marcos educativos basados en el diálogo en toda la región. Los participantes también subrayaron la urgencia de una acción regional coordinada, no solo para abordar desafíos locales, sino para contribuir a un movimiento global más amplio por la paz, basado en el respeto mutuo y la dignidad humana.

El Centro reafirmó su disposición a seguir colaborando con sus socios del Memorando de Entendimiento —UPEACE y Religions for Peace— y con otros actores regionales para ampliar la educación interreligiosa y basada en valores, fortalecer la cohesión social y ampliar el alcance de las iniciativas impulsadas por el diálogo en América Latina y el Caribe. La visión compartida impulsa la creación de programas de seguimiento, la participación en políticas públicas y un mayor alcance comunitario para garantizar que el diálogo se incorpore no solo como un valor, sino como un método para una paz sostenible.