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Rabina Naomi Rachel Kalish: “Aprender del Otro nos ayuda a comprender algo de nosotros mismos”

29 Noviembre 2018

Naomi Kalish, Coordinadora de Atención y Educación Pastoral en el New York Presbyterian Hospital, trabajó mucho en el ámbito del diálogo mientras estudiaba para ser rabina. Más adelante decidió centrar su labor profesional en la capellanía. Sin embargo, siempre notaba como que “faltaba algo”, pese a la diversidad que le ofrecía su trabajo diario.

Una búsqueda en Google sobre el diálogo interreligioso la llevó al Programa de Becas del KAICIID. La participación del Asesor Sénior Patrice Brodeur, antiguo mentor suyo hacía más de 20 años en una conferencia nacional de un programa de cristianos y judíos, fue el primer motivo que la animó a unirse. Otra razón que la impresionó positivamente fue la presencia del Rabino Rosen en la Junta Directiva.

La beca dio a Naomi la oportunidad de recuperar el contacto con uno de sus profesores de la escuela de rabinos, el Rabino Burton Visotzky, que también ha participado en diversas iniciativas del KAICIID. Después del programa, recomendó a Naomi para diversos proyectos. Una de las becadas también la recomendó como ponente en un simposio sobre “La mujer, la fe y la cultura” en Roma, organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia.

“En lo que respecta a mi trabajo, y en relación con mi experiencia con el KAICIID, la beca y estas nuevas oportunidades son muy atractivas porque las instituciones de los Estados Unidos, como el hospital donde trabajo, están cada vez más interesadas en desarrollar una mejor cultura y protocolos que favorezcan la diversidad y la inclusión. A un nivel muy concreto, el Programa de Becas ofrece posibilidades reales de intercambio y creación de contactos. Ha sido una experiencia maravillosa para mí participar en el programa”, afirma.

La formación en Indonesia fue especialmente significativa para ella. En primer lugar, debido a la ubicación en sí, un país con población mayormente musulmana, donde aprendió cómo los becados locales abordan el diálogo, la resolución de conflictos y la transformación: “Siembran las semillas de la paz, el pluralismo y la inclusión en la educación que están tratando de ofrecer en todo el país”.

La formación de Yakarta le permitió ver en persona cómo becados musulmanes esperaban el anuncio del comienzo exacto del Ramadán. “Todo el mundo estaba esperando que el líder religioso saudita declarase el inicio del Ramadán. Me quedé despierta hasta tarde con dos de mis compañeros, uno de Arabia Saudí y otro de Francia, ambos musulmanes. Fue sencillamente maravilloso compartir historias, como la de cómo funcionan el calendario hebreo y el musulmán. Fue una experiencia compartida muy especial. Estábamos sentados junto a nuestros teléfonos, esperando el anuncio, y ellos se preguntaban si podrían comer o no por la mañana. Recuerdo haber hablado sobre la astronomía y su función en nuestras religiones. Uno de mis compañeros dijo que “la cuestión es buscar el conocimiento, buscar a Alá”, y esto me pareció muy hermoso. De hecho, he integrado esa conversación como tema para tratar en la comunidad judía. También me gusta explicar lo que aprendí como judía estando en un país de mayoría musulmana. Porque, en ocasiones, aprender del Otro nos ayuda a comprender algo de nosotros mismos. Esto me ha permitido valorar la práctica de la religión judía por mi parte de forma más profunda”.

Naomi vive en el condado de Hudson, en Nueva Jersey, uno de los condados más diversos de los Estados Unidos, donde los ataques del 11 de septiembre de 2001 derivaron en la creación de la Asociación de Hermandad del condado de Hudson, un órgano interconfesional para la comprensión y el apoyo mutuo en su comunidad. “Anteriormente se habían organizado diálogos según la forma de diálogo académica más a la antigua, es decir, con paneles y presentaciones. Sin embargo, las reuniones no se celebraban realmente bajo un enfoque dialógico, y la asociación tampoco incluía a los jóvenes, por lo que decidí innovar en estos aspectos el año pasado”, explica.

Bajo el auspicio de la Asociación, Naomi comenzó el proyecto piloto con adolescentes Diálogo para la Paz a principios de este año. En cierto modo, el proyecto era una continuación de lo que su hija mayor había intentado hacía un par de años tras contactar con un sacerdote y una chica musulmana y planificar un programa juvenil con una estructura de diálogo. En él, personas de diferentes religiones respondían preguntas que se formulaban unos a otros con el fin de conocerse. “Era una manera de escuchar de los propios niños su angustia por lo que estaba sucediendo. Nos ayudó a darnos cuenta de que todos debíamos hacer algo”, recuerda Naomi.

Su iniciativa para el Programa de Becas, financiada conjuntamente por el KAICIID y el Seminario Teológico Judío, es un calendario sobre el diálogo creado por jóvenes y con un consejo editorial que incluye representantes cristianos, judíos, musulmanes y sij de su comunidad. Estudiantes de instituto y universidad, incluida su hija menor, han redactado el contenido, hecho fotografías y obras de arte plasmando diversas fiestas religiosas, que es el tema del año 2019 para este calendario. Está previsto que se distribuyan copias físicas del calendario a los líderes religiosos que han colaborado con la Asociación.

Naomi espera obtener fondos para continuar con el programa para jóvenes y el proyecto del calendario en los próximos años. Se trata de un trabajo paralelo que la llena de satisfacción y que además aporta beneficios, tanto para su comunidad como para su familia: “Es maravilloso compartir el valor de esta labor. Mis hijos van a la escuela judía, y es muy importante para mi marido y para mí que conozcan personas que no sean de la comunidad judía. Así que también es un objetivo que nos hemos planteado como padres y educadores”.

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