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Las recomendaciones interreligiosas del G20 para la Región Árabe se centran en la gobernanza, la convivencia, la paz y el medio ambiente

03 Julio 2020

Destacados responsables políticos de la Región Árabe, líderes religiosos, expertos en cohesión social y especialistas en medio ambiente se reunieron virtualmente por segunda vez el 3 de julio para presentar recomendaciones que se incluirán en un programa previo al Foro Interreligioso del G-20, que se reunirá en Riad (Arabia Saudí) en octubre. El Centro de Diálogo Internacional (KAICIID), junto a sus principales aliados, la Asociación del Foro Interconfesional del G-20, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas y el Comité Nacional para el Diálogo Interconfesional e Intercultural de Arabia Saudí, está facilitando las consultas, que ayudarán a elaborar una serie final de recomendaciones a los dirigentes mundiales que asistan a la cumbre del G-20, prevista para noviembre en Riad.

En la reunión virtual se escucharon las recomendaciones de tres grupos de trabajo encargados de examinar los modos de fortalecer la cohesión social y promover la convivencia pacífica en la Región Árabe, así como el papel de las instituciones religiosas en las esferas de la gobernanza y la fe. Un último grupo de trabajo examinó la forma en que las organizaciones religiosas pueden proteger mejor el medio ambiente como consecuencia del calentamiento global.

"Ayudar a las instituciones religiosas a acceder a los responsables políticos no significa que los mundos de la religión y la política tengan derecho a interferir en los asuntos de cada uno. El papel que se nos ha confiado es el de asesorar para y servir de apoyo a las instituciones en la construcción de puentes entre las partes interesadas, con el fin de reforzar su papel como parte de la solución", señaló Faisal Bin Muaammar, Secretario General del KAICIID.

En una declaración coincidente con la reunión del 3 de julio, Miguel Ángel Moratinos, el Alto Representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, declaró:

“Los líderes religiosos y las organizaciones confesionales desempeñan un papel único al reunir a la gente en torno a los valores comunes de nuestra humanidad compartida. La solidaridad, la compasión y la unidad deben promoverse tanto dentro de las comunidades religiosas como entre ellas. Durante la pandemia de COVID19, el compromiso de los agentes religiosos con sus respectivos grupos de interés ayudó a difundir información y orientación de base científica de conformidad con las políticas y marcos de las Naciones Unidas y las directrices de los gobiernos nacionales. Su papel es más necesario que nunca.”

La reunión, organizada conjuntamente por la Plataforma Interreligiosa para el Diálogo y la Cooperación en la Región Árabe (PIDC), apoyada por el KAICIID, se basó en las aportaciones de expertos de Arabia Saudí, Argelia, Egipto, Irak, Jordania, Líbano, Marruecos, Palestina, Siria y Túnez y concluyó con docenas de recomendaciones específicas para la Región Árabe.

Al examinar la manera de fortalecer la cohesión social en la Región Árabe, los delegados destacaron la importancia de apoyar la capacidad de las instituciones para ayudar a los grupos vulnerables a afrontar las consecuencias sociales y económicas de los conflictos que se han intensificado debido a la pandemia de COVID-19.

Otras sugerencias fueron el fortalecimiento de los marcos jurídicos y normativos en la Región Árabe para prevenir la violencia en nombre de la religión, y el aumento de la comunicación con los responsables políticos para contrarrestar los discursos de odio y promover la solidaridad, independientemente de la identidad religiosa, cultural o étnica. Los asistentes también pidieron a las organizaciones de las Naciones Unidas que se coordinaran con las instituciones religiosas y las aceptaran como aliados fundamentales en la protección de los derechos de los refugiados. Entre los participantes en la consulta figuraron Masahel Shalhoub, del Centro Rey Abdulaziz para el Diálogo Nacional, y el Dr. Yousef Bin Al Mahdi, becario del KAICIID en 2018, de Marruecos.

“Hacemos un llamamiento a la protección social y al respeto de los derechos humanos, especialmente para las personas más vulnerables, o los grupos más vulnerables de la sociedad, y las personas desplazadas, los jóvenes y las mujeres", dijo Cosette Maiky, experta en cohesión social del Líbano. "Necesitamos más educación, el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, y planes de acción, leyes y reglamentos para fomentar la protección social.”

Entre las recomendaciones sobre la forma en que los grupos religiosos pueden fortalecer los vínculos entre la gobernanza y la fe se incluyó el mejoramiento de la comunicación entre los responsables políticos y los ciudadanos, para establecer un proceso de adopción de decisiones participativo a nivel local y nacional. Reconociendo el poder de los medios de comunicación y los medios sociales, los asistentes también pidieron que se establecieran asociaciones a largo plazo con los medios de comunicación, con el fin de ayudar a asegurar que su mensaje se difundiera de manera más uniforme desde el punto de vista demográfico y geográfico. También es fundamental la dotación de recursos para que las instituciones religiosas puedan aprovechar los medios sociales como plataforma de comunicación y mensajería.

Las recomendaciones para proteger a la Tierra de los efectos del cambio climático ocuparon un lugar destacado en el programa. Según un informe reciente, las emisiones de dióxido de carbono en el punto álgido de la pandemia de COVID-19 se redujeron a nivel mundial en una media de un 17% en abril, en comparación con el año pasado, pero desde entonces han vuelto a aumentar a medida que las economías iban saliendo de los bloqueos. En el informe, también se dice que el mundo tiene sólo seis meses para evitar un rebote post confinamiento de las emisiones de gases de efecto invernadero que pudiera desbordar los esfuerzos para evitar un daño ambiental irreversible.

El grupo de trabajo sobre el medio ambiente estaba integrado por el Dr. Iyad Abumoghli, director de la Iniciativa "Fe para la Tierra" del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y el Dr. Lara Hanna-Wakim, de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la Universidad del Espíritu Santo en Kaslik (Líbano).

Las recomendaciones sobre la protección del medio ambiente incluían el apoyo para la creación de organizaciones religiosas que se ocuparan de la acción climática y la sostenibilidad ambiental, el respaldo a la reorientación de las inversiones de las instituciones financieras y de otro tipo afiliadas a la religión hacia proyectos relacionados con el medio ambiente y la puesta en relieve del papel que las religiones deben desempeñar en la gestión del medio ambiente. Otras recomendaciones fueron alentar a los habitantes de la Región Árabe a que protejan y conserven los recursos disponibles y a mejorar la cooperación entre los ministerios y las instituciones gubernamentales para hacer frente a los problemas ambientales, especialmente la contaminación del aire, el suelo y el agua. "Hay una falta de conciencia ambiental entre los ciudadanos de la región", señaló Gaby

Hashem, Director de asuntos teológicos y ecuménicos del Consejo de Iglesias de Oriente Medio en el Líbano. "Uno de los desafíos más importantes es la sensibilización en las escuelas, por lo que (la educación) se basa en hechos culturales y científicos y no en una base religiosa. "Tenemos el cambio climático y el efecto invernadero, que suponen un desafío mundial urgente y que muchos definen como el desafío número uno a nivel global", continuó. "Necesita la atención y la cooperación de los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil para abordarlo y combatirlo".

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