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En su primer diálogo público, el Foro Consultivo llama a la unidad en el apoyo a los derechos de los demás

11 Abril 2016
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Durante un desayuno interreligioso e interactivo que reunió a expertos en diálogo de todo el mundo, así como a diplomáticos y representantes de organizaciones intergubernamentales, responsables políticos, la sociedad civil y los medios de comunicación, el Foro Consultivo del KAICIID celebró su primer diálogo público, solo un día después de su reunión constitutiva.


Al inaugurar el evento, el Secretario General del KAICIID, Faisal Bin Muaammar, explicó que el diálogo del desayuno interactivo se centraría en el extremismo violento, un desafío a la paz colectiva de nuestras sociedades. Destacó que los extremistas alegan falsamente que tienen una justificación religiosa, lo cual denuncian todas las autoridades religiosas y políticas responsables.

La cuestión clave es “si podemos promover la cooperación a través del diálogo interreligioso para combatir los prejuicios y promover el respeto hacia aquellos que consideramos extraños”.

En el diálogo posterior hubo muchos importantes puntos de acuerdo entre los 80 participantes del evento celebrado en Viena el 11 de abril de 2016.

Surgió un claro consenso de que entre las religiones hay muchas más coincidencias que diferencias. Se están construyendo puentes interreligiosos en muchos lugares, entre comunidades y dentro de ellas. Fuera de los círculos interreligiosos, se valora menos el potencial sin explotar del conocimiento y la experiencia de los líderes comunitarios religiosos en el fortalecimiento de la cohesión comunitaria. Este conocimiento podría usarse de manera más amplia y sistemática para ayudar a la sociedad civil y a los responsables políticos en su búsqueda de formas sostenibles de garantizar que la cohesión se mantenga. Juntos, los líderes religiosos comunitarios también son defensores creíbles del pluralismo y pueden influir en la opinión de miles de millones de personas a favor del diálogo y la diversidad. El diálogo es el modo más eficaz de resolver los problemas sin recurrir a la violencia. Con ese objetivo, el diálogo debería usarse para crear una narrativa común que rechace los prejuicios y adopte una postura pública a favor de los derechos de los demás.

Promover el diálogo interreligioso también implica superar los desafíos que impiden ampliar el círculo de los que lo practican más allá de la élite actual de líderes religiosos, e incluir a la comunidad. Hubo un amplio acuerdo de que el verdadero diálogo requiere que los expertos “salgan de sus claustros” y se acerquen a los demás para abrir las puertas actualmente cerradas. En una época de creciente conflicto y violencia en nombre de la religión, los expertos deberán dirigirse a los medios de comunicación y relatar los cientos de actos de bondad interreligiosa que ocurren por cada acto violento en nombre de la religión. En épocas de violencia extremista, es evidente que el diálogo debe buscarse de manera enérgica, proactiva y continua para involucrar a los jóvenes y prevenir activamente que sean reclutados para perpetrar acciones violentas.                                                                                  

Los participantes abordaron la visión del KAICIID como hogar para el diálogo, donde todos trabajan por la paz y la seguridad de todas las personas. Se apoyó la inclusión de las mujeres y los jóvenes en el diálogo a través de un llamamiento unánime a que ambos grupos disfruten de igualdad de derechos, igualdad de trato e igualdad de oportunidades para que se conviertan en miembros empoderados de la sociedad.

Las experiencias de reconciliación real tras el conflicto a través del diálogo demuestran que el trabajo con las comunidades puede conducir al restablecimiento de la paz. Al mismo tiempo, es esencial que los líderes religiosos se esfuercen al máximo para desvincular la religión del conflicto. El objetivo del diálogo interreligioso es construir sociedades cohesionadas, lo que significa que no puede rechazarse a ninguna comunidad religiosa.

La religión es la expresión profunda de un hondo anhelo por una visión unificadora de la humanidad que sienten todas las personas, tanto creyentes como no creyentes. El diálogo interreligioso representa una oportunidad oportuna y valiosa de ofrecer a la gente una diversidad de visiones que ilustre los hermosos preceptos de todas las religiones. Esta visión de convivencia pacífica que ilustran las enseñanzas comunes de todas las religiones debe comunicarse eficazmente a los responsables políticos, desde jefes de gobierno a líderes comunitarios.

Los miembros del Foro Consultivo y la Junta Directiva solicitaron al KAICIID que se repitan estas reuniones interreligiosas.