La Junta Directiva multirreligiosa del Centro Internacional de Diálogo (KAICIID) emitió el siguiente pronunciamiento luego del tiroteo en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, el 15 de marzo de 2019. El tiroteo resultó en 49 víctimas y más de 20 heridos durante las oraciones del viernes. convirtiéndolo en el peor tiroteo masivo del país, que la primera ministra Jacinda Ardern condenó como terrorismo.

La Junta dijo:

“Al atacar las mezquitas durante las oraciones semanales de los viernes, los perpetradores golpearon el corazón de esta pequeña comunidad en Nueva Zelanda, con la clara intención de causar daño a tantos fieles musulmanes como fuera posible. El miedo y el terror creados por este ataque a los miembros de la comunidad musulmana de Nueva Zelanda, que es solo el 1% del total de la población, no puede subestimarse. El ataque, tomado en el contexto de un número creciente de ataques contra fieles pacíficos en todo el mundo, es un claro indicio del aumento de los prejuicios y la violencia contra las minorías en todo el mundo. Los ataques contra fieles pacíficos, independientemente de su religión, son una violación de los derechos humanos universales.

La naturaleza atroz del ataque original solo se ve agravada por el uso de las redes sociales para propagar más miedo y terror a su paso. El uso de las redes sociales, y la conexión a grupos en línea de discursos de odio, nos recuerda claramente que los extremistas violentos de todas las tendencias usan las redes sociales para difundir los discursos de odio y la incitación a la violencia. Los jóvenes son especialmente vulnerables, pero ninguna parte de la sociedad es inmune a esta enfermedad.

La incitación a la violencia es un delito, sea practicada o no en línea. Hacemos un llamado a los líderes religiosos y las comunidades en Nueva Zelanda y en todo el mundo para que se unan frente al terrorismo, a través de la práctica del diálogo interreligioso e intercultural para la convivencia pacífica, así como compartiendo en línea sus voces y mensajes de paz, al tiempo que los ponen en práctica en sus interacciones diarias.

Extendemos nuestras más sentidas condolencias a las familias y amigos de todas las víctimas, a todos los afectados por este ataque, a la gente de Nueva Zelanda mientras reconstruyen su comunidad, y nos hacemos eco del mensaje de la Primera Ministra de que 'la violencia no tiene lugar en Nueva Zelanda', pero añadimos también, 'el mundo'.”