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Con más de 2.000 participantes de 90 países, la séptima edición anual del Foro Interreligioso del G20 concluye con un fuerte enfoque en el COVID, las desigualdades y el cambio climático

17 Octubre 2020

Los organizadores instan a que se reconozca formalmente al

Foro Interreligioso del G20 como un Grupo de Afinidad

 

Riad (Arabia Saudí), 17 de octubre de 2020 - Reuniendo a un extraordinario grupo formado por diversos representantes de las comunidades religiosas e interreligiosas del mundo, el séptimo Foro Interreligioso anual del G20 concluyó sus reuniones el sábado tras cinco días de sesiones en las que se abordaron las emergencias ocasionadas por la pandemia del COVID-19, el cambio climático, las desigualdades sociales, raciales y económicas, los desafíos ambientales, la preservación y salvaguardia de los lugares sagrados, incluidos los lugares de culto, y otras cuestiones apremiantes. Originalmente prevista para celebrarse en el Reino de Arabia Saudí, país anfitrión de la Cumbre del G20 en 2020, la conferencia se llevó a cabo de modo virtual, como respuesta a la pandemia mundial. La asistencia superó los 2.000 participantes de más de 90 países.

En la clausura del Foro, los socios organizadores, el Centro Internacional de Diálogo (KAICIID), la Asociación del Foro Interreligioso del G20, la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC, por sus siglas en inglés) y el Comité Nacional para el Diálogo Interconfesional e Intercultural de Arabia Saudí, emitieron una declaración conjunta solicitando una representación más sólida en las mesas de formulación de políticas mundiales para los líderes religiosos y los actores religiosos.

La declaración completa puede encontrarse aquí, con un extracto a continuación:

El Foro, que duró cinco días, reunió a destacados dirigentes religiosos de todo el espectro confesional, líderes interreligiosos y distinguidos miembros de organizaciones religiosas, así como a funcionarios gubernamentales, altos funcionarios de entidades de las Naciones Unidas, formadores de opinión y más de dos mil participantes de todo el mundo para celebrar consultas sobre temas que incluyeron desde el discurso de incitación al odio hasta el COVID-19, pasando por la justicia de género y el desplazamiento económico.

Las recomendaciones puestas a debate durante el Foro se basan en la experiencia y la sabiduría del mundo de la religión y en la experiencia y los conocimientos de los agentes e instituciones religiosos. Las propuestas cubren todos los aspectos del desarrollo humano a nivel mundial en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Las recomendaciones prioritarias se presentarán en la Cumbre de Líderes del G20 que se celebrará en noviembre en Riad (Arabia Saudí).

Una recomendación fundamental es que ha llegado el momento de reconocer formalmente a la plataforma religiosa del Foro Interreligioso del G20 como grupo de participación oficial en futuras Cumbres del G20.

En sus observaciones finales, Faisal bin Muaammar, Secretario General del KAICIID, pidió una mayor armonización entre los dirigentes religiosos y los líderes políticos: "El Foro Interreligioso del G20 ha demostrado la gran amplitud y el alcance de la labor realizada por los agentes religiosos. Deseo reiterar mi llamamiento al actual anfitrión de la Cumbre del G20, el Reino de Arabia Saudita, y al próximo anfitrión, la República Italiana, para que se considere plenamente la inclusión del Foro Interreligioso del G20 como grupo de afinidad oficial del G20".

"La profundidad y el alcance de la participación de este año fueron verdaderamente significativos", dijo el Profesor Cole Durham, Presidente de la Asociación del Foro Interreligioso del G20 y Director Fundador del Centro Internacional de Estudios de Derecho y Religión. "Nunca antes habíamos visto una necesidad más urgente de que las comunidades religiosas colaboraran con los dirigentes políticos para hacer frente a estos desafíos sin precedentes e interrelacionados a los que se enfrenta el mundo actual".

La crisis planteada por la pandemia del COVID-19 desempeñó un papel central en los debates del Foro. Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC) inauguró el Foro, observando que esta "crisis humana ha acentuado las profundas injusticias y desigualdades sociales y económicas que han asolado nuestras sociedades durante mucho tiempo". 

Cada uno de los ponentes señaló cómo el COVID-19 había exacerbado los desafíos en todo el espectro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.  Moratinos pidió "un enfoque diferente impulsado por la unidad y la solidaridad". Pero sobre todo por la compasión y la humildad".  En este contexto, subrayó la necesidad de "una convergencia entre los actores de la fe y los actores del estado".

El Dr. Nezar Bahabri, Director del Departamento de Medicina Interna del Hospital Dr. Soliman Fakeeh (DSFH) del Reino de Arabia Saudí, dio un poderoso testimonio sobre la amenaza omnipresente del COVID-19 y, a pesar de sufrir el virus mientras hablaba, dio testimonio del papel de los líderes religiosos para consolar a los creyentes y ayudarles a observar su religión en medio de las restricciones sociales provocadas por la pandemia.

Reflexionando sobre la variedad de temas abordados, Katherine Marshall, de la Universidad de Georgetown, observó una fuerte preocupación común compartida por los agentes religiosos y los dirigentes políticos. "En entornos tan diversos como la preocupación por la atención sanitaria y la satisfacción de las necesidades de los refugiados y de quienes han perdido sus medios de vida durante la crisis, la asistencia mundial debe dirigirse a los que tienen mayores necesidades. Las comunidades religiosas pueden señalar las necesidades más urgentes y actuar como vigilantes en su aplicación, porque esa es su preocupación y misión centrales", señaló. Con ejemplos notables de la participación de los agentes religiosos en la respuesta a las emergencias del COVID-19, instó a que las comunidades religiosas participaran plenamente en el proceso crítico de ensayo y distribución de vacunas contra el COVID-19 de manera rápida y equitativa, y a que aseguraran que sus comunidades apreciaran la importancia de la vacunación como un camino a seguir.

El Foro Interreligioso del G20 busca soluciones mundiales mediante una colaboración dinámica con líderes de redes multirreligiosas y representantes políticos. Los debates ofrecieron un animado testimonio de la necesidad de que los dirigentes políticos del mundo incluyan a los agentes religiosos en los procesos políticos, en particular en la Cumbre de dirigentes del G20 celebrada en noviembre de 2020 en Riad. Esta colaboración se basa en valores compartidos de solidaridad, coexistencia y respeto. Las recomendaciones oficiales resultantes de las deliberaciones del Foro Interreligioso del G20 se compartirán con los dirigentes del G20 en las próximas semanas.

El Foro es la culminación de un proceso de consulta de meses de duración que incluyó seis reuniones regionales y grupos de trabajo en temas críticos. En él participaron líderes y organizaciones religiosas, responsables políticos, expertos y formadores de opinión de 70 países de los cinco continentes: África, Asia, la Región Árabe, América Latina, América del Norte y Europa.

Mientras la Asociación del Foro Interreligioso del G20 tiene la mirada puesta en sus reuniones de 2021 en Italia, los líderes están recomendando que el Foro Interreligioso del G20 se convierta en un grupo de afinidad oficial. Independientes de los gobiernos y compuestos por diversos interesados de la comunidad internacional, los grupos de afinidad del G20 acogen reuniones pertinentes a los debates del G20 y actualmente incluyen grupos  para las empresas (B20), la sociedad civil (C20), el trabajo (L20), la ciencia (S20), los grupos de reflexión (T20), los asuntos urbanos (U20), las mujeres (W20) y los jóvenes (Y20). Trabajan con organizaciones de gran alcance de los países del G20 para elaborar recomendaciones de políticas que se someten oficialmente a la consideración de los dirigentes del G20.

En sus observaciones finales, Bin Muaammar pidió que los responsables políticos reconocieran en mayor medida el potencial de los agentes religiosos. "Las comunidades religiosas están promoviendo economías fuertes, inclusivas, ecológicas y sostenibles, basadas en el intercambio y la colaboración. Son capaces de desempeñar un papel decisivo en la educación para la igualdad, la inclusión y el respeto. Pueden promover la consideración de las consecuencias de las medidas adoptadas sobre los demás. Ya están contribuyendo a poner fin a la pobreza, sin dejar a nadie atrás. Están abogando por el acceso a los servicios básicos para todos. En alianza con los dirigentes políticos y la sociedad civil, pueden ser, y a menudo son, poderosos defensores de la ciudadanía común, el buen gobierno, la tolerancia y la reconciliación".

Entre las principales figuras que se le unieron en el Foro destacaron: Dra. Amina Mohammed, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas; S.E. Abdullatif Al-Sheikh, Ministro de Asuntos Religiosos del Reino de Arabia Saudí; S.E. Dr. Mohamad Al-Issa, Secretario General de la Liga Musulmana Mundial y Presidente de la Organización de Académicos Musulmanes; Su Santidad el Patriarca Bartolomeo, Arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma y Patriarca Ecuménico; - Su Eminencia el Jeque Dr. Shawki Ibrahim Allam, el Gran Muftí de Egipto y Presidente de la Secretaría General de las Autoridades de la Fatwa en todo el mundo; Su Santidad Aram I Keshishian, Patriarca Catholicós de la Gran Casa de Cilicia; Su Eminencia el Cardenal Miguel Angel Ayuso Guixot, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y miembro de la Junta Directiva del KAICIID; el Rabino Jefe Pinchas Goldschmidt, Presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos; y Su Excelencia el Dr. Hassan Nadhem, Ministro de Cultura, Turismo y Antigüedades de Irak;

También contribuyeron: Rev. Kosho Niwano, Presidenta designada de Rissho Kosei-kai, miembro del Comité Ejecutivo de Religiones por la Paz y miembro de la Junta Directiva del KAICIID; Dr. Kezevino Aram, Presidente de Shanti Ashram y miembro de la Junta Directiva del KAICIID; Profesor Azza Karam, Secretaria General de Religiones por la Paz; David A Bednar, Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo y los Santos de los Últimos Días; Rev. Kjell Magne Bondevik, ex Primer Ministro de Noruega y Fundador y Presidente Ejecutivo del Centro de Oslo y Anthony Abbott; y ex Primer Ministro de Australia y patrono de Worldwide Support for Development.

Acerca del proceso del G20

El Grupo de los Veinte, o G20, es el principal foro de cooperación económica internacional. El G20 reúne a los líderes de las principales economías de la Tierra.

En conjunto, los miembros del G20 representan alrededor del 80% de la producción económica mundial, dos tercios de la población mundial y tres cuartos del comercio internacional. A lo largo del año, los representantes de los países del G20 se reúnen para debatir cuestiones financieras y socioeconómicas, así como cuestiones humanitarias más amplias, que son objeto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

La Cumbre de Líderes del G20 reúne a los líderes mundiales para discutir la cooperación económica internacional y las preocupaciones sociales más amplias. Los participantes en la Cumbre del G20 son Jefes de Estado o de Gobierno de 19 países y de la Unión Europea. Además, participan en la Cumbre los líderes de los países invitados y los representantes de las organizaciones regionales e internacionales invitadas.

Acerca del Foro Interreligioso del G-20

El Foro Interreligioso del G20 busca soluciones globales colaborando con líderes de pensamiento religioso y representantes políticos. Se basa en los papeles vitales que las instituciones y creencias religiosas desempeñan en los asuntos mundiales, reflejando una rica diversidad de instituciones, ideas y valores. Entre sus miembros se encuentran organizaciones interreligiosas e interculturales, líderes religiosos, académicos, entidades humanitarias y de desarrollo, y agentes empresariales y de la sociedad civil.

Convocado cada año en el país anfitrión de la Cumbre del G20, el Foro Interreligioso del G20 ofrece una plataforma anual en la que una red de instituciones e iniciativas vinculadas a la religión participa en los programas mundiales. El objetivo de las reuniones es aportar ideas y recomendaciones significativas que respondan y ayuden a configurar la Cumbre del G20 y, por ende, los programas de política mundial. El programa del Foro Interreligioso del G20 para 2020 se basa en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y en cuestiones adicionales de cohesión social, equidad y sostenibilidad que han sido un tema central subyacente del Foro desde su creación.

Para obtener más información, visite www.g20interfaith.org y https://www.kaiciid.org/